Una larga excursión, la más larga de todas, desde La Valeta, te acompaña por la historia, el arte y la cultura de Malta. Y también por alguno de sus secretos, que tal vez no conoces. Saldrás como un turista y volverás sintiéndote un templario.
PARADAS PRINCIPALES:
- Los jardines Barracca, con vistas al Gran Puerto y a las Tres Ciudades: Senglea, Cospicua y Vittoriosa
- La concatedral de San Juan Bautista: visita exterior
- La fuente de bronce de los Tritones: parada fotográfica
- Marsaxlokk, pueblo de pescadores
- Rabat: tiempo libre para la comida y visita del pueblo
- Catedral de Mosta: visita interior
EL PROGRAMA:
- En La Valeta, ciudad-fortaleza y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, te encuentras enseguida con el Albergue de Castilla, el palacio más bonito de la capital, actual sede del despacho del primer ministro, y con los jardines Barracca, antiguos jardines privados de los caballeros de la famosa orden.
- La historia de Malta está estrechamente ligada a la de los caballeros templarios que hicieron edificar la Concatedral de San Juan Bautista, que alberga una obra de Caravaggio. No todos lo saben: el gran artista entró a formar parte de la Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén para evitar una condena a muerte emitida por el papa, por un crimen que había cometido.
La decapitación de San Juan Bautista, 1608. Óleo sobre lienzo, obra de Caravaggio, 361 x 520 cm. Oratorio de la catedral.
- Después llegarás a Vittoriosa, una de las Tres Ciudades que, junto con Senglea y Cospicua, representa la cuna de la historia y de la cultura de Malta.
- Por fin, en el pueblo de pescadores de Marsaxlokk, descubrirás de dónde vienen los “luzzi”, las variopintas embarcaciones que llevan dos ojos pintados en la proa.
- En Rabat, aprovecha el tiempo libre disponible para comer “ravjul rellenos de queso gbesjna de Gozo” y visitar un poco el pueblo donde están la gruta y las catacumbas de San Pablo, que aquí fundó la primera comunidad cristiana.
- Última etapa, el “milagroso” Duomo de Mosta: una bomba aérea alemana cayó en su interior durante la misa, pero no explotó. El “clic” de tu móvil y el “¡guau!” de tu asombro serán tus compañeros en esta excursión.
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